lunes, 4 de abril de 2011

Nosotros los olvidados II





Somos los luchadores de la vida, los aventureros, los soñadores, los esperanzados y los desesperados. Venimos por la complejidad humana. Por las pasiones y las necesidades, los vicios, el desarraigamiento social, la sed de glorias, el afán de vivir o el deseo de morir, el haber buscado y buceado en donde sustentarse, encontrando la nada; la idea fulminante como el rayo, que prende en el cerebro y busca una vida nueva que nos aparte de la que nos es en aquel momento irresistible; la desesperación, el hambre. ¡El amor!, también el amor; ¡incluso ese consuelo romántico!...ni siquiera pensamos ya en el futuro, no es más que una ilusión. Una ilusión que nos ha traido más penas que sonrisas. Somos los que tenemos que apretar los dientes y seguir adelante. Nosotros recibimos las envestidas de la vida como un faro las olas del inmeso océano. No sabemos cómo retroceder, no podemos hacer eso. Nosotros tenemos el alma curtida por mil batallas, mil errores, mil desamores y sólo nuestra mirada desvela eso. Nos llaman hijos de la noche, fantasmas, cuerpos sin espíritu. En realidad hemos visto demasiado, sentido demasiado, amado demasiado, para poder explicar lo que somos con meras palabras. Combatimos como leones,resistimos como muros de granito y muerimos, si es preciso,nosotros, que estamos en los risueños albores de la vida como si nada tuvieramos que esperar ya del amor, de la fortuna y del mundo.

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